Entrevista a Yani Herreman

Para la entrevista de este número especial de Chaski que celebra los 40 años de la Alianza Regional del icom para América Latina y el Caribe, hemos convocado a la arquitecta Yani Herreman, en virtud de su rol determinante en la creación y la consolidación como primera presidenta del organismo, así como también por ser editora fundadora de la revista y su actual directora editorial.

Olga Nazor (on): Cuéntame cómo fueron los primeros contactos con el campo profesional de toda una vida.

Yani Herreman (yh): Los museos aún desde pequeña siempre me gustaron, pero el detonante fue una experiencia que tuve a los dieciocho años en oportunidad de hacer un viaje, verdaderamente extraordinario, en el que conocí diferentes países, con sus rasgos culturales, históricos y espaciales, que me impactaron fuertemente. Y en lugar de seguir la tradición familiar de mis padres médicos, me inscribí en arquitectura. Posteriormente, siendo ya arquitecta, casada y con un hijo muy pequeño, a finales de los sesenta ingresé a trabajar como museógrafa en el Museo Nacional de las Culturas, que llevaba solo un año de haberse inaugurado. De hecho, mis planes habían sido formarme en planeación urbana o en teoría de la arquitectura; pero me enamoré de la museografía. Para mí, fue un reto, pues a dos años de haber salido de la carrera, mi formación era absolutamente en arquitectura. Al estar trabajando en el museo y percatarme del mecanismo, de la dinámica del museo, sus colecciones, la investigación y todo lo que conlleva una exposición, verdaderamente entendí que eso era lo que me gustaba y de ahí hasta la fecha me dediqué cien por ciento a los museos y lo que tuviera que ver con los museos. El Museo Nacional de las Culturas –ahora Museo Nacional de las Culturas del Mundo, del INAH– se había inaugurado apenas en 1965, un año después del Museo Nacional de Antropología. Por lo tanto, todo era nuevo y desafiante.

Jacques Perrot (presidente ICOM), Yani Herreman (ICOM México) y Sid Ahmed Baghli (ICOM Argelia). Cortesía ICOM México.

on: El Museo Nacional de las Culturas tuvo un perfil ecuménico ya desde su origen. ¿Es así? yh: El Museo Nacional de las Culturas desde su creación fue diferente porque realmente fue el primer museo de antropología en México que se dedicó a mostrar y difundir las culturas del extranjero. Es decir, tuvo como objetivo, desde su creación, a diferencia del resto de los museos de antropología en México, la difusión de las culturas del mundo… era un museo muy especial. Era, además, un museo con pocas colecciones, algunas de excelente calidad como la de Mares del Sur, donada por Miguel Covarrubias, antropólogo y artista plástico, además de museógrafo mexicano de relevancia internacional. El hecho es que era un museo nuevo, que exhibía colecciones de distintas partes del mundo con una filosofía diferente. Podríamos decir, que, para mí, constituía un reto diseñar y construir salas que exhibieran las donaciones que llegaban de distintos países y diseñar con propuestas diferentes al patrón seguido hasta ese momento en la museografía mexicana, así como proponer soluciones basadas en el diseño de una emergente museografía moderna. Mis propuestas fueron siempre aceptadas y apoyadas por mis directivos. Aquí debo hacer una mención a Julio César Olive y a Beatriz Barba de Piña Chan, director y subdirectora en ese momento del Museo Nacional de las Culturas, quienes consolidaron el proyecto inicial del museo. Realmente el Museo de las Culturas tiene un lugar muy importante en –vamos a decir– mi vida profesional. El inicio de mi actividad práctica y conceptual fue en esa institución. Fue ahí donde pude apreciar y valorar el impacto social y ambiental del museo y la museografía; fue ahí donde me percaté de la complejidad social, estética, educativa, técnica, urbanística de la museología y donde pude enamorarme de la profesión. on: Tu vínculo con icom comienza en 1970. Cuéntame qué te decidió a hacerlo. yh: En esa época tomé contacto con Mario Vázquez, personaje llamado coloquialmente en icom Internacional “El Gurú”, quien desde entonces fue para mí una especie de referente, sobre todo en el abordaje de los aspectos sociales de la museología, temas muy poco tratados en esos años. Mario, por entonces secretario del Comité mexicano del ICOM, me invitó a participar, pero sin ser oficialmente miembro, ya que yo no detentaba un puesto de dirección y en ese tiempo era condición imprescindible para pertenecer a un comité nacional. Con la modificación de la estructura original de icom, llevada a cabo en las conferencias generales de los años setenta en París, Grenoble y Copenhaguen, en las cuales se aceptó en su seno a todos aquellos especialistas que estuviesen empleados en un museo, la membresía aumentó un veinticinco por ciento. Fue en esta época que, finalmente, pude registrarme como miembro oficial del Comité Nacional mexicano. on: ¿Eso significa que la arquitectura quedó a un lado? yh: Nunca dejé de lado la arquitectura, pero me fui especializando en la arquitectura de museo, que es muy amplia y desafortunadamente poco conocida en su complejidad, sobre todo, a lo relativo al aspecto museal y la importancia del edificio museo en la ciudad y en la sociedad. Por muchos años me dediqué a la museografía y, como museógrafa, llevé a cabo muchas, muchas exposiciones y adecuaciones de edificios para museo. Después de eso, hice la maestría en museología en la Escuela Nacional de Conservación Restauración y Museografía encrym del inah, donde posteriormente impartí clases durante muchos años. De ahí que conociera yo a muchas personas y muy queridas personas de distintos países de América Latina, como el caso de Luis Repetto, figura prominente en la región. on: ¿Cómo se gestó la idea del Secretariado General para América Latina y el Caribe? Mencionaste en una ocasión que fueron dos instancias o tiempos. ¿Puede hablarme sobre eso? yh: Como he comentado en varias ocasiones –e inclusive lo he escrito–, fue una idea que empezó a gestarse a partir de la Mesa Redonda de Santiago de Chile, en 1972. Aunque pudiera ser que desde antes ya hubiera habido una cierta efervescencia. Pero definitivamente fue en ese gran momento de la museología que se vio la necesidad de acoger, de reunir, a los comités y, sobre todo, fusionar las ideas, los impulsos de los distintos países de la región. Se vio que varios de ellos, como Colombia, Brasil, Chile, Argentina y México, tenían en su momento la inquietud de entrar en contacto con colegas de otros países de América Latina para cohesionar sus conocimientos, para intercambiarlos, para conocerse, para trabajar de forma conjunta. Pero eran tiempos difíciles, tanto política como económicamente. Mario Vázquez, quien asistió a la Mesa Redonda de Santiago de Chile, me comentó, en alguna de las múltiples pláticas que tuvimos, sobre las inquietudes regionales de crear con el nombre de alam una Asociación Latinoamericana de Museos. Desafortunadamente la situación de los países de la región como tal no estaba como para que se pudiera consolidar una organización de este tipo. Con posterioridad a Santiago, hubo un par de menciones e intentos, uno de ellos en Brasil durante una reunión sobre museos y educación organizada por la Unesco. Pero fue eso: una chispa, un recuerdo, una intención de algo que se tenía que hacer, pero no pasaba de allí. on: ¿Cuál fue entonces el detonante, la chispa, según tus palabras? yh: La XII Conferencia General, llevada a cabo en la Ciudad de México, en 1980, fue, desde luego, un hito importante, ya que convocó y logró la asistencia de la mayor cantidad de profesionales de museos de América Latina hasta ese momento. Hay que recordar que las conferencias generales se organizaban básicamente en Europa. A los profesionales latinoamericanos nos era bastante complicado asistir a estas reuniones y a lo anterior habría que agregar la dificultad del idioma. Las ponencias presentadas en las conferencias generales se presentaban en inglés o francés, y no había traducción al español. Pocos de nosotros hablábamos estos idiomas. Fue hasta muchos años más tarde que se votó y aprobó el español como tercera lengua oficial del icom. Dentro de la mencionada Conferencia General de México, y como consecuencia del entusiasmo de los numerosos profesionales latinoamericanos que asistimos a la reunión regional, inicia la idea de crear una agrupación latinoamericana y del Caribe dentro de icom:

Dos años después [de la Conferencia General de México] el Comité Nacional venezolano apoyado por el artista plástico Manuel Espinosa, también director de la Galería Nacional de Arte de Venezuela, convocaría a una reunión donde se continuaría con la discusión acerca de una posible “Secretaría” del icom para América Latina y el Caribe. (Herreman 2022, 9)

Fue durante la XIII Conferencia General, en 1983, llevada a cabo en Londres, cuando, durante otra sesión del grupo latinoamericano, se volvió a plantear la posibilidad constituir un grupo de trabajo de Latinoamérica y el Caribe dentro de icom. De ahí que se considere esta sesión como la segunda dentro de la historia del Secretariado, ahora Alianza. En ella se proponen subregiones para efectos de organización. Al año siguiente, 1984, Marta Arjona, presidenta del Comité cubano, organiza la III Reunión con el objetivo de constituir formalmente una asociación latinoamericana y del Caribe, como parte de icom. A esa reunión asistí con un plan de trabajo que presenté, fue discutido y aprobado, en lo general. Fue en esa ocasión que se me eligió como secretaria del Secretariado Permanente del icom para América Latina y el Caribe, cargo que ocupé durante dos periodos durante los cuales se organizaron reuniones en San José de Costa Rica; Villahermosa y Tabasco, México; Buenos Aires, Argentina; Santo Domingo; República Dominicana; Cuenca, Ecuador; Río de Janeiro, Brasil, y La Paz, Bolivia. Cabe mencionar que parte del plan de trabajo incluía la edición de un boletín que fungiera como medio de comunicación entre los comités de la región. Ese sería el nacimiento de Chaski. Asistieron colegas que, posteriormente, llevaron a cabo una labor importante en sus respectivos países, tales como Milagro Gómez de Blavia, Michelle Arias, Miriam Robles y Janet Romero, de Venezuela; Nieves Sicart, Moisés de Soto, Ligia Fernández, José Miguel Russo y Gustavo Lara Tapia, de República Dominicana; Zulay Soto, de Costa Rica, y Giomar V. Pereyra, Sara G. M. de Bomchil y Mónica Garrido, de Argentina, entre otros. También asistió Paulette Olcina, representando al presidente de icom, Hubert Landais, y del secretario general, Luis Monreal. Zulay convoca a la siguiente reunión en San José, que resulta fundamental ya que consolida el recién creado Secretariado. Seguirán Bolivia, República Dominicana y Ecuador.

Mesa de trabajo de la III Reunión del Secretariado Permanente del ICOM para países de América Latina y el Caribe. La Habana, Cuba, 23 y 24 de marzo de 1984. La mesa fue presidida por Marta Arjona, directora del Patrimonio Cultural de Cuba. Boletín número 3, ICOM República Dominicana. Colección particular Yani Herreman.

Primera página de las actas de la III Reunión del Secretariado Permanente del ICOM para países de América Latina y el Caribe. La Habana, Cuba, 23 y 24 de marzo de 1984. Colección particular Yani Herreman.

Firmas de los participantes en la III Reunión del Secretariado Permanente del ICOM para países de América Latina y el Caribe. La Habana, Cuba, 23 y 24 de marzo de 1984. Colección particular Yani Herreman.

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on: En tu trayectoria te has destacado como primera mujer latinoamericana que se desempeñó como presidenta de un comité internacional, a la vez como primera presidenta la Alianza Regional icom lac y primera latinoamericana electa como vicepresidenta de icom Internacional ¿Cómo fueron esos tiempos siendo mujer?

yh: La pregunta es con relación a la trayectoria que me tocó vivir como primera mujer que se desempeñó como presidenta del Comité Internacional de Arquitectura y Técnicas de Museos del icom (icamt) y posteriormente la primera presidenta del Secretariado Permanente del icom para América Latina y el Caribe, que ahora se llama Alianza Regional del icom para América Latina y el Caribe (icom lac), y primera latinoamericana en ser electa como vicepresidente de icom Internacional. Me preguntas Olga, cómo fueron esos tiempos siendo mujer.

Pues te podría decir que efectivamente fueron tiempos especiales. Desde la membresía en icom en los años setenta y desde el ejercicio de la profesión en esos mismos años. Casada, primero con dos hijos pequeños (después fueron tres) y con un matrimonio estable, siempre tuve la idea de seguir con mi carrera. Llevé a cabo dos maestrías. Ya con los tres hijos chicos, tratando de compaginar las tareas de un empleo fijo, primero como coordinadora de proyectos de la Coordinación Nacional de Museos del inah y después como directora del Museo de Historia Natural de la Ciudad de México, con el trabajo internacional.

Efectivamente me correspondió ser la primera mujer en presidir el icamt, en el cual, pues vamos a decir, me distinguía además de ser mujer, por hacer ver una serie de necesidades y de características de la arquitectura y de la museografía en los países denominados en esos años “en vías de desarrollo”. Los miembros de ese comité eran hombres y provenían de países desarrollados..

En relación con la formación de la organización regional, pues fue realmente como tantas cosas que suceden… El estar en la I Reunión en México, tener la oportunidad de dialogar y convivir con los colegas en esa primera reunión a la que asistieron tantos latinoamericanos y que resultó decisiva.

No pude ir a la reunión de Venezuela, pero sí estuve presente en la reunión de Cuba y llevé un plan de trabajo. Creo que eso fue un punto muy importante porque ese plan de trabajo se continuó en lo posible, aun cuando se le agregaron muchos títulos y acciones que resultaron imposibles de realizar. Muchas cosas no se pudieron llevar a cabo, por las razones expuestas: distancia, economía, medios de comunicación deficientes y costosos.

Uno de los puntos en el cual insistí fue la necesidad de mantener el contacto con los distintos comités regionales. El boletín propuesto en Cuba inició de manera muy sencilla, como una publicación que realmente consistía en dos cuartillas, dos páginas cuya misión era la de informar y mantener unidos a los comités que existían en ese momento. Estamos hablando de los ochenta. Se trataba de crear un medio de comunicación entre los comités nacionales de la región, de que se sintieran presentes, que se sintieran parte de una organización internacional con la cual pudieran dialogar. No existía el correo electrónico, la comunicación era por teléfono o por correo normal… o sea, de las hojitas impresas que enviábamos por correo postal a los colegas de la región, que en su momento precedieron a la Chaski actual, que también hoy estamos celebrando.

Esas hojitas que se llamaron Muslam, Museos Latinoamericanos. Recibí cartas de varios de los comités de los países latinoamericanos agradeciendo esa liga con la organización materna, el icom. Porque tenían muy poco contacto con las oficinas, vamos a decir, centrales en París, y no por otra cosa, sino por la dificultad de comunicación de esa época, pues hablarse por teléfono, por ejemplo, costaba un dineral, además de la dificultad en sí de localizar a la persona.

Quisiera subrayar la importancia del apoyo de las organizaciones o museos a los cuales los miembros de icom pertenecen o pertenecían. En mi caso, el Museo de Historia Natural de la Ciudad de México y el Instituto de Ecología tuvieron un papel importantísimo al sufragar los gastos que se hicieron con relación al icom Internacional y, sobre todo, para América Latina y el Caribe.

X Reunión de los Comités de la Organización Regional, Río de Janeiro, 1990. Yani Herreman, Alejandra Peña, Monica Garrido, Alpha Omar Konaré, presidente del ICOM, Lucia Astudillo, Luis Repetto y Lourdes Rego.
Revisión / Review.

Yani Herreman en la Conferencia General “Museos en África: Retos para el siglo XXI”, como ponente principal. Participante en la Asamblea General, AFRICOM International Council of African Museums, 2003. Colección particular Yani Herreman.

History of icom (1946-1996). Baghli, Sid Ahmed, Patrick J. Boylan y Yani Herreman, eds. 1998. Paris: International Council of Museums (icom).

on: La Escuela Nacional de Restauración, Conservación y Museografía, en Churubusco, Ciudad de México, es un hito referencial para la profesión en Latinoamérica, puesto que fue sede de los cursos organizados por oea y la Unesco. Tú fuiste profesora de esos cursos. Cuéntanos sobre eso. yh: Me preguntas en relación a mi tarea como maestra, sobre todo en Churubusco. Yo no me canso de enfatizar la importancia capital que estos cursos tuvieron, no nada más en la formación de un grupo grande de profesionales de museos, de trabajadores en museos, yo diría que, de varias generaciones, sino también sobre el hecho de que se conocieran. Era un punto de reunión de profesionales de museos de Colombia, de Brasil, de Perú, de Chile, de Paraguay, que se concentraban en la Escuela de Restauración en Churubusco. Esto, pues, ayudó a que pudieran entrar en contacto, se conocieran e, inclusive en algunos casos, a que llegaran a desarrollar proyectos juntos, aunque fueran proyectos pequeños y tal, pero ir conformando esta hermandad que afortunadamente con el icom lac se ha logrado constituir.

 

Pero yéndonos un poco más para atrás, te puedo comentar que el inicio propiamente de los cursos de la OEA y la Unesco en Churubusco fueron un poco antes de que yo entrara a esa escuela como profesora. Yo ya estaba trabajando en el Instituto Nacional de Antropología, pero no daba clase todavía. Comencé a dar clase más o menos en el setenta y seis, setenta y siete. Desde entonces, pues, realmente, salvo algunos momentos en que por cuestiones de algunos trabajos tuve que dejarlo, siempre estuve ligada a Churubusco, y es que después de ser OEA y Unesco, esos cursos se terminaron. Y lo que fue propiamente la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía se constituyó ya como un elemento separado, ya los cursos de la OEA se terminaron. Pero, por un lado, la escuela de Churubusco ha adquirido una merecida importancia porque es una escuela de excelencia en el campo de la restauración y conservación preventiva. Por otro lado, los cursos de museología y museografía han sido pioneros en muchos sentidos, con excelentes maestros; ahora, inclusive, están intentado abrir el doctorado. Entonces, a mi modo de ver es una instancia muy importante dentro de la historia de la museología o de la formación de museólogos / museógrafos latinoamericanos. De hecho, tan importante, pienso, que sería muy interesante que hubiese algún interesado en hacer una investigación sobre todo ello, porque de allí emergió gente muy importante para la región latinoamericana, como Luis Repetto y como Zulay Soto, que han tenido unas carreras distinguidas, sobresalientes en su país.
on: Cuéntame sobre el proyecto Chaski, de cómo nació y cuáles son tus expectativas para el futuro. yh: Importante resaltar que, dentro del proyecto que se llevó a la reunión de Cuba en 1984, que se anexa afortunadamente en este número de Chaski, se adjunta un plan de trabajo, como ya dije antes, extremadamente ambicioso, por dos motivos: por los temas de los que se trataba, como hacer un catálogo de piezas, una cosa así, y pues muchos de estos propósitos quedaron en eso, no se pudieron llevar a cabo, pero sí se llevó la propuesta de hacer una revista a la cual ya aludí antes, y que resultó ser la propuesta que sí se pudo consolidar y que sí pudo continuar, igual que la consolidación de la organización hasta la fecha.

Charla Magistral de Yani Herreman, XXVII Encuentro ICOFOM LAM, Guatemala, 25 de octubre de 2019.

 

Ahora, yo quiero en este momento también resaltar la importancia, primero la invitación de Marta Arjona, a reunirnos en La Habana, Cuba, y darnos todas las facilidades para tener estas sesiones, y tener todo lo necesario para trabajar. Desde luego que me doy de santos que hayan podido asistir las personas que asistieron, desafortunadamente algunas ya no están con nosotros, pero que jugaron un papel importante posteriormente, algunas otras todavía están trabajando. Pero vale la pena aquí decir que las personas con las que sí he podido platicar, como Zulay Soto y Lucía Astudillo, merecen un reconocimiento. Su información ha sido muy importante. En la reunión de la Habana, Zulay Soto, de Costa Rica, lanzó la invitación para que, al año siguiente, pudiéramos sesionar en el Museo del Jade, en San José. Eso consolidó la Organización Regional. Gloria Terrazas, de Bolivia, Eugenio Pérez Montás, María Nieves Sicart y Moisés Soto, de República Dominicana, y Lucia Astudillo, de Ecuador, quien me sucedió en el cargo, fueron estelares en este movimiento al organizar, periódicamente, reuniones de la nueva organización. Los profesionales de museos de la región hicieron el esfuerzo en su momento de continuar con esta iniciativa novedosa dentro de icom Internacional. Así, poco a poco, los presidentes de los distintos comités, fueron consolidando las relaciones humanas, las epistolares y las profesionales dentro de la región. Cabe reconocer al Consejo Ejecutivo de icom el hecho de que, después de que constataron que el Secretariado Permanente del icom para América Latina y el Caribe desarrollaba una labor permanente en favor de los museos de la región, lo consideraron como una organización regional dentro del cuerpo internacional. En la Conferencia General de la Haya, 1989, le cambiaron el nombre a icom lac (icom Latin America and the Caribbean). Posteriormente se agregarían icom aspac (Asia y Pacífico), icom Europa, icom Arab (árabe) e icom África.

Yani Herreman en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Khalo, previo a la conferencia “De la casa habitación al espacio público”, con motivo de la Noche de Museos, 29 de marzo de 2023.

XVIII Conferencia General del ICOM, Stavanger, Noruega, 7 de julio de 1965. Fotografía página oficial del ICOM. https://icom.museum/es/sobre-nosotros/historia-del-icom/

on: ¿Qué recomiendas o sugieres a los jóvenes miembros de la profesión?

yh: La Mesa de Santiago de 1972 sentó las bases de una nueva visión del Museo. La vitalidad captada en el documento chileno continúa presente en la diaria función de los museos latinoamericanos a través de sus programas y actividades, cuyas bases sociales han impulsado movimientos tan importantes como la denominada Nueva Museología, los museos comunitarios y la actual corriente de descolonización. La constitución del Secretariado Permanente del icom para América Latina y el Caribe, posteriormente icom lac y ahora Alianza de Museos… marcó un momento de madurez en las relaciones de los comités latinoamericanos y del Caribe entre sí y con relación a la sede en París. Corresponde a las nuevas generaciones mantener los principios, el carácter y los valores que han caracterizado las propuestas museales en América Latina y el Caribe, y compartir con el resto del mundo conocimientos, principios y metas.

bibliografía y referencias

Baghi, Sid Ahmed, Patrick Boylan y Yani Herreman (eds.). 1998. History of ICOM
(1946-1996)
. Paris: International Council of Museums..

Herreman, Yani. 2015. “El Chaski: una historia”, en Chaski 9: 8-14. Disponible en:
Disponible en https://icom-lac.mini.icom.museum/wp-content/uploads/sites/
25/2023/03/Chaski-9-2022-ICOM-LAC_bajares.pdf

Nazor, Olga y Sandra Escudero (eds.). 2019. Marta Arjona. Teoría Museológica Latinoamericana, Textos Fundamentales vol. 2. icofom e icofom lam. Disponible en: https://icofom.mini.icom.museum/wp-content/uploads/sites/18/2022/04/
MARTA-ARJONA-sarec.pdf

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